Esta serie se conforma de cuatro volúmenes que van de los años de 1676 a 1831.

En los siglos XVI, XVII y a mediados del XVIII, fue una misión esencial del ayuntamiento angelopolitano elaborar ordenanzas y estatutos que determinaran amplios ámbitos de la vida económica y social de la nueva población, éstas eran un conjunto de normas y preceptos dirigidos al buen gobierno de la ciudad.

La corona concedió al cabildo poblano el derecho de redactar ordenanzas para el ámbito local desde 1548. Estas ordenanzas y estatutos preparados por el cabildo, antes de que tuvieran fuerza jurídica, tenían que ser aprobados provisionalmente por el virrey o por la Real Audiencia